... en materia de identificación de obras de arte
Según la prestigiosa sala de subastas "Durán", las condiciones específicas en materia de identificación de las obras de arte y objetos artísticos que se rige para cualquier manifestación impresa en el catálogo y referida a la autoría, atribución, origen, fecha, edad, procedencia y condición de los lotes es siempre la expresión de una opinión que se rige por los términos interpretativos que a continuación detallamos:
a) FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES (NOMBRE Y APELLIDOS).- Significa que, en opinión de la Sala de Subastas Durán, se trata de una obra auténtica del artista mencionado.
b) ATRIBUIDO A FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES (NOMBRE Y APELLIDOS).- Significa que, en su opinión, es una obra probable del mencionado artista, pero teniendo en cuenta la existencia de opiniones contradictorias por parte de conocidos expertos o autoridades en la materia.
c) F. DE GOYA LUCIENTES (INICIAL O INICIALES DEL NOMBRE Y APELLIDOS).- Significa que, en su opinión, es una obra de la época del artista mencionado y que puede ser, total o parcialmente, de su mano.
d) TALLER DE FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES (NOMBRE Y APELLIDOS).- Significa que, en su opinión, es obra realizada por una mano desconocida en el taller del artista mencionado, no necesariamente bajo su dirección.
e) CÍRCULO DE FRANCISCO DE GOYA Y LUCIENTES (NOMBRE Y APELLIDOS).- Significa que, en su opinión, es obra realizada por un pintor desconocido o no identificado por nosotros, pero siguiendo aparentemente el estilo del artista mencionado, aunque no sea necesariamente su discípulo.
f) ESTILO DE..., y SEGUIDOR DE FRANCISCO DE GOYA.- Significa que, en su opinión, es obra realizada por un pintor trabajando al estilo del artista mencionado, que puede ser o no contemporáneo suyo, pero no necesariamente su discípulo.
g) SEGÚN FRANCISCO DE GOYA.- Significa que es obra de un imitador copiando o siguiendo el estilo del artista mencionado.
h) COPIA DE FRANCISCO DE GOYA.- Significa que, en su opinión, se trata de una copia de una obra célebre del artista mencionado, con o sin variaciones de composición, color u otros matices, realizada en época muy posterior a su ejecución.
i) ESCUELA ESPAÑOLA. SIGLO XVIII (Escuela con fecha).- Significa que, en su opinión, se trata de una obra realizada por un artista de esta nacionalidad o trabajando en España y realizada en el siglo XVIII o según los cánones de la época.
j) ESCUELA ESPAÑOLA (Escuela sin fecha).- Significa que, en su opinión, se trata de una obra realizada siguiendo el estilo de un artista español determinado o indeterminado, independientemente de la época o de la nacionalidad de su autor.
k) El término FIRMADO significa que, en su opinión, la firma es la auténtica del artista o ejecutada con su conocimiento.
l) El término CON FIRMA DE..., significa que, en su opinión, la firma está realizada por una mano distinta ala del artista mencionado y sin su conocimiento.
m) El término FECHADO, significa que, en su opinión, la fecha es de la mano del artista mencionado.
n) El término CON FECHA DE..., significa que, en su opinión, la fecha ha sido añadida por una mano distinta a la del artista.
o) Cuando ponen un asterisco (*) precediendo a la designación del artista, quiere significar que no conocen más datos sobre el nombre del artista, aunque pueda ser obra auténtica.
B I E N V E N I D O S
Enrique León & © This work is licensed under a Creative Commons Attribution - Non Commercial - No Derivs 3.0 Unported License.
Esta totalmente prohibida la reproducción de las obras en cualquier formato, medios electrónicos o impresos sin la autorización del autor.
Si cualquier obra es de su interés contacte con el autor en la siguiente dirección electrónica: enriqueleon61@gmail.com & art61@gmx.es
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sábado, 5 de marzo de 2011
WALL STREET
Diversifique su cartera con inversión especializada en arte
Cada vez más inversionistas, no sólo los coleccionistas especializados, están prestando atención al arte.
El arte se ve cada vez más no sólo como una imagen bonita, sino también como un activo que puede generar una buena recompensa.
De hecho, varios bancos importantes y otras organizaciones están comenzando a ver el arte como una clase alternativa de activos muy parecida a las acciones, los bonos y los bienes raíces.
La razón es que el arte puede impulsar los rendimientos de una cartera y reducir los riesgos.
Durante años los bancos privados, como los dirigidos por J.P. Morgan Chase & Co., Citigroup Inc. y Bank of America Corp., han ofrecido a los clientes acaudalados interesados en el arte varios servicios que les ayudan a conformar sus colecciones, incluyendo investigación de mercado.
Sin embargo, no veían el arte como una clase de activos para diversificar una cartera de inversiones.
Ahora cada vez más fondos de inversión de arte intentan ofrecer a los inversionistas la oportunidad de adquirir una participación en una cartera de obras de arte, de manera similar a una cartera de acciones.
Fernwood Art Investments planea sacar al mercado fondos que comprarán, poseerán y gestionarán una amplia cartera de obras de arte para los inversionistas de alto patrimonio.
El fondo será distribuido a través de bancos de inversión reconocidos y estaría disponible para inversionistas internacionales.
Jennifer Winn, vocera de la firma, dijo que podrían considerar el arte latinoamericano como parte de algunos fondos.
Asimismo, en el horizonte está el denominado fondo de fondos creado por ABN Amro Holdings NV, que distribuirá el dinero de los inversionistas entre varios nuevos fondos de inversión en arte.
La gigante de la banca holandesa prevé introducir el fondo a principios del próximo año e incluso está considerando ofrecer su propio fondo de inversión de arte. ABN informó que sus fondos también estarán disponibles a inversionistas latinoamericanos.
El cambio hacia el arte es una señal más de que los inversionistas están redistribuyendo el dinero de sus carteras.
Ahora buscan alternativas tan diversas como terrenos madereros y obras de arte.
Sumándose a su atractivo, el arte ha demostrado tener una baja correlación con Wall Street, lo que significa que los precios no se mueven en función de las acciones, con lo que reduce el riesgo de una cartera.
La idea es que como el mercado de arte “es extremadamente ineficiente, hay grandes oportunidades de superar el desempeño mediante la gestión activa de una cartera de arte”, dice Bruce Taub, presidente de Fernwood.
“A largo plazo, la tendencia financiera es que el arte sube con la economía”.
El arte es considerablemente más volátil que las acciones.
Las pérdidas, aunque no se anuncian tanto como las ganancias espectaculares, son frecuentes.
El cuadro de David Hockney de 1966 "Retrato de Nick Wilder" se vendió en 2002 por US$2,87 millones.
Un año después se volvió a transar por US$500.000 menos. "
Nenúfares", de Monet, de 1906, fue vendido por US$18,7 millones en 2002, pero sólo unos años antes se cotizaba en US$21 millones.
La nueva generación de inversionistas de arte aplica prácticas de inversión similares a las de Wall Street.
Intenta valorar el arte examinando factores que abarcan desde movimientos de tasas de interés a modelos estadísticos, que analizan minuciosamente las tasas de rendimiento del conjunto de la obra de un artista concreto en comparación con el de sus competidores.
Algunos miden incluso la “liquidez” de un artista examinando cuántas obras se ponen en venta y cuántas se venden.
Jeff D.Opdyke
"The Wall Street Journal"
Cada vez más inversionistas, no sólo los coleccionistas especializados, están prestando atención al arte.
El arte se ve cada vez más no sólo como una imagen bonita, sino también como un activo que puede generar una buena recompensa.
De hecho, varios bancos importantes y otras organizaciones están comenzando a ver el arte como una clase alternativa de activos muy parecida a las acciones, los bonos y los bienes raíces.
La razón es que el arte puede impulsar los rendimientos de una cartera y reducir los riesgos.
Durante años los bancos privados, como los dirigidos por J.P. Morgan Chase & Co., Citigroup Inc. y Bank of America Corp., han ofrecido a los clientes acaudalados interesados en el arte varios servicios que les ayudan a conformar sus colecciones, incluyendo investigación de mercado.
Sin embargo, no veían el arte como una clase de activos para diversificar una cartera de inversiones.
Ahora cada vez más fondos de inversión de arte intentan ofrecer a los inversionistas la oportunidad de adquirir una participación en una cartera de obras de arte, de manera similar a una cartera de acciones.
Fernwood Art Investments planea sacar al mercado fondos que comprarán, poseerán y gestionarán una amplia cartera de obras de arte para los inversionistas de alto patrimonio.
El fondo será distribuido a través de bancos de inversión reconocidos y estaría disponible para inversionistas internacionales.
Jennifer Winn, vocera de la firma, dijo que podrían considerar el arte latinoamericano como parte de algunos fondos.
Asimismo, en el horizonte está el denominado fondo de fondos creado por ABN Amro Holdings NV, que distribuirá el dinero de los inversionistas entre varios nuevos fondos de inversión en arte.
La gigante de la banca holandesa prevé introducir el fondo a principios del próximo año e incluso está considerando ofrecer su propio fondo de inversión de arte. ABN informó que sus fondos también estarán disponibles a inversionistas latinoamericanos.
El cambio hacia el arte es una señal más de que los inversionistas están redistribuyendo el dinero de sus carteras.
Ahora buscan alternativas tan diversas como terrenos madereros y obras de arte.
Sumándose a su atractivo, el arte ha demostrado tener una baja correlación con Wall Street, lo que significa que los precios no se mueven en función de las acciones, con lo que reduce el riesgo de una cartera.
La idea es que como el mercado de arte “es extremadamente ineficiente, hay grandes oportunidades de superar el desempeño mediante la gestión activa de una cartera de arte”, dice Bruce Taub, presidente de Fernwood.
“A largo plazo, la tendencia financiera es que el arte sube con la economía”.
El arte es considerablemente más volátil que las acciones.
Las pérdidas, aunque no se anuncian tanto como las ganancias espectaculares, son frecuentes.
El cuadro de David Hockney de 1966 "Retrato de Nick Wilder" se vendió en 2002 por US$2,87 millones.
Un año después se volvió a transar por US$500.000 menos. "
Nenúfares", de Monet, de 1906, fue vendido por US$18,7 millones en 2002, pero sólo unos años antes se cotizaba en US$21 millones.
La nueva generación de inversionistas de arte aplica prácticas de inversión similares a las de Wall Street.
Intenta valorar el arte examinando factores que abarcan desde movimientos de tasas de interés a modelos estadísticos, que analizan minuciosamente las tasas de rendimiento del conjunto de la obra de un artista concreto en comparación con el de sus competidores.
Algunos miden incluso la “liquidez” de un artista examinando cuántas obras se ponen en venta y cuántas se venden.
Jeff D.Opdyke
"The Wall Street Journal"
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