Cómo dibujar líquido en movimiento

Dibujar líquido en movimiento y quieto constituye un desafío para el artista novato. El primer problema es interpretar lo que ves a través del borde del lápiz para crear la imagen que represente lo que tú ves. La dureza del grafito se convierte en un obstáculo hasta que puedas desarrollar la destreza necesaria para representar los simbolismos que hacen que los observadores interpretemos las marcas que hagas como si fueran agua. Esto se hace más fácil cuando el artista observa bien de cerca el agua fluyendo en lugar de pensarla en movimiento. Instrucciones Pega con cinta un papel de dibujo a tu mesa y toma un papel desechable para el punto de apoyo de tu mano. Coloca una imagen de referencia de líquido en movimiento y quieto en donde puedas verla y usar como referencia. Dibuja la forma del punto por donde un objeto vierte el líquido. Generalmente, el objeto debe ser bosquejado para darle al líquido el punto de partida del movimiento. Puede ser un vaso con agua cayendo por su borde. Usando movimientos rápidos, dibuja la forma del líquido que está en el vaso. Velo como si fuera una sola o varias formas. Posiciona estas formas lo más rápido que puedas mientras tus ojos todavía ven el sector de la tensión superficial a punto de romperse. Sigue al líquido por el aire capturando como se va moviendo. Trata de no pensar en que está suspendido en el aire, sólo la forma. Sigue los movimientos del líquido hasta el final. Sombrea la superficie del fondo del líquido quieto. Usa carbonilla o lápiz de grafito para hacer rayas gruesas por donde el líquido se chorrea hacia ti. Utiliza una mano más liviana por el lado del líquido fluyente y un toque mucho más liviano para la parte superior del líquido capturando las finas líneas onduladas prácticamente invisibles entre los reflejos del líquido. Vuelca estas observaciones hechas a las gotas y chorros cayendo. Trata de ver solamente los valores de los lápices y ve de un valor al otro hasta llegar al de la carbonilla y grafito. Mantén la mano suelta para que las curvas no tengan bordes irreales. Sigue dibujando hasta donde llegue el agua y nota cuan fluida puede ser mientras va formando una pequeña bruma de gotitas. Dibuja el objeto que contiene el líquido y el lugar por donde éste se derrama más firmemente. Sabes lo que es y puedes ver los valores del vaso o jarra o lecho por el cual fluye el líquido. Captura estos valores con la misma rapidez de movimientos mirando solo la forma del objeto y los valores de los tonos. Vuelve al agua estancada. Nota como la ausencia de textura de fondo crea un contraste no natural donde de hecho, hay tono, grava, cantos rodados y otras cosas que están en el fondo o a los lados a ser dibujadas con tonos más claros. Utiliza trazos rectos y horizontales en los bordes superficiales del líquido. De vez en cuando te encontrarás repensando la oscuridad del lado de abajo con un nuevo trazo del lápiz y el tono alrededor del líquido viene a la vida en rápidos movimientos. Ve a la parte de la hoja en donde pruebas colores para mezclarlos rafeando, así lograrás suavizar y esfumar el líquido. Usa el borrador para lograr luz, pasando los utensilios de arriba hacia abajo hasta que entiendas el movimiento, la textura, el tono y los valores de lo que estás viendo. Míralo de lejos y verás el líquido fluyendo. Consejos y advertencias Este tipo de ejercicio de dibujo hace que el artista se adelante en su mente para que deje de sentir resistencia a la naturaleza de lo que está dibujando y comience a experimentarlo como forma, textura y valor. Una vez que el movimiento del líquido es capturado se vuelve más fácil notar que lo que el artista observó en la velocidad de la ejecución como tonos oscuros también eran reflejos, una de las claves que indican que el dibujo es de una superficie líquida.